sábado, 29 de octubre de 2011

LISTAS DE BODA

Madrid hace cuarenta años era un conjunto de barrios heterogéneos y compactos en los que se desarrollaba la vida cotidiana. Cada cual en el suyo se sentía integrado, conocido y reconocido durante toda la semana. Los horarios de colegios, comercios o trabajo eran muy distintos a los de ahora. Los colegiales entraban a las aulas enormes y frías "con las claritas de día" -creo que sólo los churreros y los panaderos abrían sus establecimientos antes que el portón de las escuelas-, y regresaban a sus hogares al caer la noche. Los jueves disponían de medio día de descanso, así como del domingo y de los días festivos, y en esos  días llenaban las calles por las que apenas circulaban vehículos, o acudían a los parques cercanos para jugar en grupo a la comba, a pídola, al escondite, a las chapas, a la piedra, a policías y ladrones, a indios y vaqueros, al fútbol, al pañuelo y a un sin fin de juegos, casi todos producto de su invención. En invierno buscaban el calor de los cines de sesión continua y programa doble, así que no es de extrañar que esas generaciones hayan proporcionado cineastas de lujo en todas las ramas de esta industria y multitud de cinéfilos a su vez.   

La jornada laboral de los trabajadores aunque algo más madrugadores, casi era coincidente con la de los comerciantes que abrían sus tiendas a las nueve de la mañana y "echaban el cierre", todos a la vez, a las siete de la tarde, sábados incluidos. Por supuesto, no había tarjetas de crédito, ni cajeros automáticos. Todo se pagaba a tocateja y era frecuente ver en algunos establecimientos populares el letrero: “Hoy no se fía aquí, mañana sí”. 

jueves, 27 de octubre de 2011

LAS SANDALIAS

Unas sandalias. De cuero y gastadas por el pisar de unos pies deformes de tanto ir y venir, de tanto acarrear dolor y amor entre los brazos. Unas sandalias que en la sencillez de la huella de sus dedos amorfos, explican la caridad mejor que todos los tratados teológicos juntos. Unas sandalias que dejan en nada los discursos bien sonantes de quienes aprovechan el mal ajeno para hinchar su ego, esos mismos que pretenden dejar al mundo un epitafio ocurrente, una estatua más o menos conseguida, un párrafo en los libros de Historia, una placa en la calle del pueblo o del barrio que les vio nacer. Ella, estoy persuadido, no quiso legarnos otra cosa que su sombra, convencida de que al proyectarse a través de sus hijas reproduciría el perfil amantísimo de Cristo y no el suyo, que era encorvado y pequeño.

sábado, 22 de octubre de 2011

ORDENAR LAS PIEDRAS

A la memoria de John Ruskin

En los libros, como en otras muchas cosas, también hacen mella las modas. De repente la autoayuda ha hecho furor, y se cuentan por cientos las publicaciones que nos enseñan a conocernos y a mejorarnos, a querernos y a valorarnos, a consolarnos y a defendernos, a sobreponernos y a elevarnos, a desinhibirnos y a implicarnos.

Si se trata de novela histórica, en los últimos tiempos proliferan las de héroes medievales, tesoros escondidos, reinas desconocidas o amantes desdichados. Los anaqueles de las librerías se llenan de obras españolas y extranjeras que tocan, y algunas hasta profundizan con gran acierto en esos temas, una y otra vez. 

Desde hace unos años, también han sido varias las novelas río que tienen como motivo o escenario la construcción de catedrales. El éxito de Los Pilares de la Tierra,- con película incluida- y de  Un mundo sin fin del americano Ken Follet, de  Pájaros negros sobre la Catedral de Vanderberg o de la Catedral del Mar de nuestro Ildefonso Falcones, ha propiciado que haya un aumento de visitas a las catedrales europeas y, en lo concerniente a catedrales, España por belleza, magnificencia, e incluso abundancia, se lleva la palma. 

domingo, 16 de octubre de 2011

PAÍSES ÁRABES: REVOLUCIONES NACIONALES, ISLAM Y CIUDADANÍA


Conferencia de Justo Lacunza en el Grupo Vasco del Club de Roma.

Justo Lacunza Balda es sin lugar a dudas uno de los mayores expertos a nivel mundial en todo lo relacionado con los países árabes, las identidades musulmanas y el Islam: es Master en Filosofía y Doctor en Lenguas y Culturas Africanas, arabista, africanista e islamólogo, además de investigador, docente, articulista y políglota. 

En 1969 fue ordenado sacerdote y ha sido misionero en Africa con los Padres Blancos durante una parte importante de su vida. Lleva impartidos más de 30 cursos en diferentes idiomas y ha realizado trabajos de investigación y estudios de campo en casi 40 países. Es Rector Emérito del Instituto Pontificio de Estudios Árabes e Islámicos de Roma y su impresionante currículo se complementa con numerosos cursos y seminarios impartidos en las más prestigiosas fundaciones, instituciones y universidades nacionales e internacionales, como Deusto, Harvard o La Sorbonne, entre muchas otras. También participa habitualmente en las más importantes conferencias internacionales sobre la materia y forma parte de diferentes delegaciones nacionales para la promoción de la libertad religiosa en el mundo, una de sus principales preocupaciones. Ha participado en infinidad de programas para la radio y la televisión de diferentes países y entre los numerosos reconocimientos, ha sido galardonado por el International Biographical Centre de Cambridge, como "World Educator for 2005" (Educador Mundial del 2005) y Leading Educators of the World in 2008” (Educadores Líderes del Mundo, 2008). Próximamente también intervendrá en el II FORO SOBRE LIDERAZGO EMPRESARIAL Y HUMANISMO organizado por Aliter, que tendrá lugar los próximos 19 y 20 de abril de 2012 en Santo Domingo de Silos, en el que también participa Humanismo y Valores, como uno de sus principales promotores.

sábado, 15 de octubre de 2011

SIN FÉLIX ROMEO, OCTUBRE ES DEMASIADO TRISTE

Ahora que lo prohíben todo, de lo que me duelo, morir a los cuarenta y tres años es una de las pocas cosas que sí deberían estar prohibidas. Si además de esa no edad, se acaba de confesar públicamente en un artículo, casi póstumo, el deseo irrefrenable de vivir hasta los ochenta y tantos años; si no se ha advertido el menor síntoma de deterioro físico; si se es autor de un Amarillo relato en contra del suicidio incomprendido y doliente; si se han dedicado la mayoría de las horas transcurridas a beber de un trago miles de libros y se han digerido como si de un privilegiado de los dioses se tratara; si se ha aprestado a comentar con el prójimo, sea cual fuera su condición y naturaleza y con la generosidad mas hermosa del mundo, los entresijos de cientos de novelas ejemplares, algunas de las cuales no habrían visto la luz sin él; si la curiosidad por cualquier manifestación de arte inunda y desborda sus días y sus noches; si, permanentemente, ha echado mano de la palabra amable y amigable; si quedaban aún tantos relatos por salir de su pluma enamorada; si sólo se ha presumido de ignorar lo que no se sabe, cuando ya apenas cabe mayor erudición en un cerebro y mayor estulticia en los ajenos; si se han tragado distancias y divergencias a través de las ondas de la radio y se han explicado con esa voz de cavidad profunda  lugares circunstancias y viajes increíbles de vidas inventadas o reales en color y, sobre todo, en blanco y negro; Si ha convertido en lectores de hoy infatigables a analfabetos de ayer incorregibles; si se ha nacido en fin, sin darse cuenta para ser en la sencillez, extraordinario, tenía que estar prohibido y mil veces prohibido que el corazón fallara en un instante fatal e inamovible.

domingo, 9 de octubre de 2011

EL ARTE DE HACER POLÍTICA

“La mayoría de los líderes políticos adquieren su posición al lograr que un gran número de personas crean que estos líderes se mueven por deseos altruistas”. Bertrand Russell


En contraposición a esos períodos en los que el ser humano, su cultura, su arte y su espiritualidad brillan con luz propia, la historia más reciente de España y de una buena parte de Europa, será recordada en los manuales de historia como una época de postergación y oscurantismo, en donde la política, esa prestigiosa ocupación que en el pensamiento de Platón se resume como “el arte de gobernar a los hombres con su consentimiento”, se ha ido degradando hasta el punto de convertirla en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Preocupación manifestada no como un interés por el devenir de la actividad política, o por el noble arte de gobernar un estado, una comunidad o un municipio, sino preocupación entendida como sinónimo de problema; como algo que junto al paro, la crisis económica, la corrupción o el terrorismo –por citar algunos de sus más inmediatos rivales en la escala de preocupaciones-, produce intranquilidad, desasosiego, incertidumbre, tristeza, temor, terror y hasta aversión. Y también mucha miseria: miseria económica, miseria cultural, miseria intelectual... miseria ética.

Hasta tal punto nos empobrece y se ha degradado la actividad política, que los ciudadanos ya la perciben como el tercer problema más importante que tiene España (1), únicamente superado por el paro y la crisis económica. Lamentablemente, los partidos, la clase dirigente y hasta la propia política, se han convertido en un insaciable horno crematorio, que reduce a cenizas nuestras ilusiones, nuestros sueños, nuestra felicidad, nuestra prosperidad y hasta nuestro futuro. Un báratro en donde también confluyen la justicia, el honor, la honestidad, la ética y los valores, que debidamente amortajados por nuestra indolencia, pasan a mejor vida sin llevarse siquiera un mísero responso impersonal, o una fugaz lágrima que pudiera rielar durante un instante sobre nuestros ojos apagados. A lo sumo y azorados, nos desprenderemos de una furtiva gota de cordura y sensibilidad, que a su paso irá dibujando una brillante cicatriz sobre nuestra mejilla, hasta terminar cayendo por el brocal que levantamos ante el pozo de lo que fue y de lo que debería haber sido. Allí terminan nuestros mejores sueños y la mayoría de los buenos sentimientos que atesoramos durante algún que otro momento de lucidez, o en los breves ataques de responsabilidad que soportamos cada vez que la vida nos levanta la voz.

sábado, 8 de octubre de 2011

HACIA EL HUMANISMO

La problemática de este artículo es presentar el contraste que existe entre la Post modernidad, modernidad y para estar a tono con José Marina (2000), con la ultra modernidad. En esta última se trata de globalizar los valores; es un estilo de pensamiento, una idea inteligente que alumbra un mundo estético, científico y ético.

Es triste ver como hoy por hoy la conciencia social se viene deteriorando, cada individuo busca su satisfacción personal. Ya no pensamos en el “otro”. Lo único que prevalece es mi “yo”. Por este motivo en nuestro país existe tanta miseria, pobreza hundiéndonos cada vez más en una total depresión de conciencia.

La propuesta es hacia un humanismo, realzar al hombre en cuanto a sus valores, capacidad de criticar y plantear nuevas propuestas.

El mundo moderno era inteligencia, razón, máquina, industrialismo, ciencia y técnica. No topaban para nada el aspecto moral. La época Post moderna fincaba su esfuerzo en la creación estética. Fruto de ello: el expresionismo en la pintura y escritura. En Educación: La creatividad. En lo ideológico: la tolerancia. En lo religioso: ateísmo práctico, el esoterismo. Nada de sentimientos, nada de bien y de mal, nada de valores: vale lo que me agrada.

martes, 4 de octubre de 2011

ENERGíAS

Quienes tenemos más de treinta años hemos recibido, por norma general, una educación que basculaba entre la confianza y la autoridad. Nuestros padres no perdieron la condición de su rango, con lo que lograron unos hogares en los que al pan se le llamaba pan, en los que no se discutían las órdenes de arriba y en los que las desobediencias venían acompañadas de su correspondiente y reparador castigo. De este modo, cuando nos mandaban a “galeras”, teníamos claro el motivo: no haber querido acabar el plato, presentarnos con un boletín de notas similar al Ibex, habernos excedido en alguna pelea fraternal o haber contestado de malos modos a la mujer que ayudaba en las tareas de la casa. Y con el castigo, muchas veces, el coscorrón y hasta la bofetada, medicina que generaba un encendido sarpullido antes de inocular su efecto placebo.

Hoy las cosas son distintas. Los hijos viven, en general, imponiendo su capricho: ya no heredan ropa ni comparten juguetes; ni siquiera tienen hermanos a quienes marcar el terreno y los aprobados se regalan a fuerza de decreto. De este modo, además de la proliferación de diminutos gadafis que lo quieren todo al grito de “ya”, abunda en los hogares una atmósfera de inseguridad por desconocer los límites de la convivencia o las razones con las que, de Pascuas a Ramos, los padres aducen su descontento por la acumulación de tanta conducta fuera de madre.

sábado, 1 de octubre de 2011

¿POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS?

Ya va siendo demasiado el horror. Desde uno y otro confín de la cara amarga de la tierra se suceden, en periodos de tiempo cada vez más cortos, tragedias y sin sentidos que harían tambalearse al mundo, si no fuera porque existe otra cara en este globo que no sé si es azul o gris tiniebla, otra cara cubierta con el manto de la solidaridad mal entendida, que va arrojando las migajas que le sobran, zurciendo torpemente y por tiempo limitado la inmensa llaga abierta de tanto dolor. Esa otra cara, se aísla en su torre de marfil  para disfrutar a sus anchas del lujo, la abundancia la paz y el sosiego, algo mermados en los últimos tiempos, mientras contempla desde sus mesas aún repletas, las imágenes incómodas que le llegan de otros mundos transidos, a través de los medios de comunicación, y cada vez que el grito agónico de lo irremediable chirría con renovado estruendo, se apresura a entregar con ostentoso desprendimiento una ínfima parte de cuanto le sobra y pone una tirita a la desesperación.

Son ya demasiados los ojos, los cuerpos, las manos y las piernas que nos acusan. Esos miles de ojos grandes y espantados de niños que quizá hoy estén muertos en un rincón caliente y húmedo de la selva africana o  consumidos en las arenas tórridas de cualquier desierto.  Esos  cuerpos semidesnudos de mujeres, escuálidas, dolientes, resecas hasta el alma, amamantando hiel, incapaces de proseguir un camino que lleva hasta la nada. Esas manos que se alargan, huesudas, deformadas por cualquiera de las mil y una plagas de difícil clasificación. Esas piernas mutiladas por bombas asesinas que esperan, agazapadas al borde del camino, el paso de una inocente presa que despedazar....Así van surgiendo y desapareciendo de las páginas de actualidad las imágenes del terror de ayer, sustituidas apresuradamente por las del espanto de hoy, al tiempo que se nos solicita, desde distintas organizaciones, ayuda, colaboración y solidaridad, sin darnos apenas lugar a conocer a cual de los horrores que nos envuelven podremos atender.