domingo, 26 de junio de 2011

CAMPO Y LIBERTAD

"No busquemos solemnes definiciones de la libertad. Ella es sólo esto: Responsabilidad". George Bernard Shaw

Supongo que realmente eso nunca ha sido así, o no del todo, pero hasta donde alcanza mi memoria, hubo un tiempo en que cuando uno paseaba por el campo –cazando, montando a caballo, en moto o simplemente andando- lo que se percibía era una reconfortante y manumisora sensación de libertad, que entraba a raudales por los cinco sentidos: el olor de los pinos, las jaras, tomillos o espliegos; el canto estridente y nervioso de las urracas, contrapuesto a la cadente y sosegada llamada del cuco en primavera; el vuelo alborotado de la perdiz roja o el majestuoso y sentenciador de un águila, la cálida luz de una puesta de sol o el brillo de un frío amanecer invernal; el sabor dulzón de un tallo de junco, o el amargo y persistente de una bellota; la sensación única de caminar por la nieve en el silencio de un bosque, o la de la hierba de una pradera rozando nuestra espalda. Todo invitaba a sentirse en comunión con el mundo, con la naturaleza, con la vida, mientras se podía llegar a sentir, al menos por un instante, esa energía invisible que todo lo abarca y de la cuál formamos parte.

lunes, 20 de junio de 2011

QUERÉTARO

En primer término habría que dar la enhorabuena a ésa noble ciudad de Méjico en la que hace veinticinco años, también un 18 de junio, España ganó a Dinamarca por 5-1 en una final del Mundial de Fútbol. Es posible que, como ese juego-deporte-negocio mueve millones de euros y millones de aficionados, eso haya propiciado que la victoria quedara grabada de manera indeleble en tal cantidad de personas que, un cuarto de siglo después, el nombre de dicho lugar se haya alzado con el calificativo de “la palabra más hermosa del español”.

El Instituto Cervantes, con el fin de celebrar la tercera edición del Día del Español, convocó a los hispanohablantes, es decir a 500 millones de personas, a tomar parte en un concurso mundial para elegir la palabra más hermosa de nuestro idioma. Nadie nos ha explicado debidamente las características del concurso; ni cómo se ha llevado a cabo la votación; ni cuantas personas de cada país  han participado en ella, y como tampoco sé si la cosa mueve a risa o a llanto, he intentado bucear- bonita palabra, por cierto- en los entresijos de este resultado a ver si era capaz cuando menos de explicármelo ya que no de entenderlo.

martes, 14 de junio de 2011

... Y ME MIRAN

Hacía ya demasiados años que mi adolescente interés por los temas orientales se había aletargado. Recuerdo ahora, casi como en sueños, las largas horas que en mi juventud había dedicado a devorar las páginas de Pearl S. Buck, escritora americana, hija de misioneros, que había pasado parte de su niñez en China. Volvió a Oriente,  tras su matrimonio y allí, entre libro y libro, transcurrió la mitad de su vida dedicada a la misión de proteger a los niños abandonados chinos y mestizos. Pearl describía en sus novelas, con conocimiento de causa, la belleza y riqueza de las costumbres del País del Sol Naciente; el dolor, la fortaleza y la resignación y el ser y el devenir de los habitantes de aquellas tierras, con una naturalidad y un realismo no exento de ternura que conseguía atraparte. La Academia Sueca le había concedido el premio Nobel y yo años después, modestamente, le dediqué durante muchos meses la mayor atención y las cuatro perras de que disponía para comprar libros. Ahora, sin embargo, la tenía casi olvidada en un anaquel de la biblioteca. Vivimos en un mundo tan prosaico que, inevitablemente, la imagen de la nueva China se ha convertido para mí en una inexplicable mezcla de capitalismo salvaje y comunismo recalcitrante. En una serie de idénticas voces melodiosas e incomprensibles, en la misma sonrisa y los mismos platos de los mil y un restaurantes esparcidos a lo largo y ancho del mundo; en clónicos grupos de turistas cámara en ristre fuera cual fuese el lugar que visitara. 

domingo, 12 de junio de 2011

GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS

"Si las lágrimas son efecto de la sensibilidad del corazón, ¡desdichado aquel que no es capaz de derramarlas!".


GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS (1744-1811)
Angeles Galino Carrillo 1

Jovellanos y su tiempo 2

Buena parte de los escritos de nuestro autor pertenecen a dictámenes, censuras y representaciones de carácter jurídico solicitadas por el Supremo Consejo de Castilla. Jurisconsulto y magistrado de profesión, Jovellanos era experto en derecho civil y canónico y figura en las corrientes del regalismo ilustrado. Mantiene continuo contacto con el pensamiento jurídico innovador de Inglaterra, Italia y Francia; tal, la Constitución francesa del Año II que encuentra admirable.

Literato, su excelencia en el cultivo de la lengua y la literatura españolas ha constituido, hasta ahora, la faceta más reconocida de la personalidad de Jovellanos. Autor de algunas de las mejores poesías del siglo, cultivador de diferentes géneros, entre los que sobresalen la lírica y la sátira, su creación literaria, bajo el seudónimo de “Jovino”, así como el estilo de su prosa, elegante con naturalidad, le han conquistado un espacio importante en la historia de la literatura española.

Político reformador, pertenece al círculo enciclopedista de Pablo de Olavide, el promotor de la primera reforma universitaria moderna en España, y se relaciona estrechamente con algunos de los principales autores de las reformas llevadas a cabo bajo Carlos III. Es miembro del Real Consejo de las Ordenes Militares, Consejero de Estado, y Ministro de Gracia y Justicia con Carlos IV. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1813) es miembro de la Junta Central Suprema y las Cortes de Cádiz le declaran Padre de la Patria.

miércoles, 8 de junio de 2011

LA PRIMAVERA EN EXTREMADURA

Decía Luis Chamizo, el poeta más representativo de la expresión del deje que tiene el habla extremeño, que “los campos de la patria chica y la madre de los hijos son lo mesmo (lo mismo). Y es que, la tierra que nos vio nacer, el solar querido donde la apacible virtud meció de niños nuestra cuna, ese es uno de los vínculos más fuertes y que mayores sentimientos nos despierta a las personas, junto con el del cariño de la propia familia. Por eso a buena parte de los humanos nos sucede luego que hay varias cosas que nadie nos las puede tocar, que son nuestra tierra, nuestra familia y nuestra honra. La propia tierra, porque fue la primera que nos dio cobijo, también en la que dimos nuestros primeros pasos, la que desde la niñez nos fue dando configuración y arraigo a través del entorno, de la familia, de los amigos de la infancia y de las demás personas que nos han rodeado en esa corta edad en la que tanto se graban las cosas. Así es como nos nacieron las primeras sensaciones, las costumbres, las tradiciones, el apego hacia el lugar,  la forma de ser, de sentir y de pensar. Esa fue la razón de que otro gran poeta muy amante de su tierra y de la naturaleza, pero esta vez andaluz, Antonio Machado, también nos dejara dicho aquello que: “No hay persona bien nacida que no ame a su pueblo”. Y es por ello, que hoy voy a referirme a algunos de los muchos encantos que tiene siempre Extremadura, pero más todavía en la primavera.

jueves, 2 de junio de 2011

HONORATO JUAN: BREVES APUNTES SOBRE UN MAESTRO HUMANISTA

Despierta el siglo XVI.  El Imperio español atraviesa un período de luces y sombras. Junto al inmenso dominio territorial, las sucesivas guerras esquilman las arcas de la Corona española y hunden su economía. Mientras florecen el Humanismo y las Bellas Artes en todas sus vertientes tiene lugar el ignominioso saqueo de Roma y, a medida que se extiende la Evangelización y la lucha contra las herejías luterana y calvinista, van aumentando los desmanes de la Inquisición que extiende su lúgubre manto por doquier.

La vida de Honorato Juan transcurre en esta época, y en ella la comunicación epistolar no sólo sirve  como  medio de relacionarse afectivamente y de notificar acontecimientos familiares y sociales, sino que es, sobre todo, la forma más enriquecedora  de expresión, expansión y debate de las propias ideas, que se transmiten de un lugar a otro de la geografía europea, creando una red de florecimiento del humanismo, y de enriquecimiento cultural. Nuestro ilustre maestro,  en cuyo linaje encontramos Jurados de la Ciudad, Maestros de Calatrava, Justicias del Reino, Capitanes de las Milicias, Infantes, Canónigos, Alcaides de Castillos y servidores de Reyes y Papas, no dejó obra escrita, ni tampoco tuvo la precaución, como muchos de sus coetáneos, de guardar copias de sus cartas, y la mayoría de ellas se perdieron. Por este motivo se desconocen la mayor parte de los datos de su nacimiento e infancia, aunque gracias al esfuerzo de su sobrino y biógrafo Antonio Juan de Centelles, hemos podido bucear en los aspectos del devenir de su historia que tan magistralmente recoge en su libro “Vida y recuerdo de Honorato Juan, un Maestro de Príncipes” el Archivero Sanchís Moreno, y asimismo sabemos que su alumbramiento tuvo lugar hacia el año 1507 en Valencia -o en Xátiva puesto que su familia era setabense-. Sus padres Gaspar e Isabel vivían en un mansión de la calle de Caballeros que, aún hoy en día, está adornada con palacetes medievales que acrecientan la cuidada belleza del Casco histórico, a escasos metros de donde nació la ciudad de Valencia: La Plaza del Pilar. Fue bautizado en la magnífica Iglesia de San Pedro Mártir y San Nicolás, situada en el número 35 de la mencionada calle de Caballeros.....pero después de ahí y hasta su mocedad.....poco más.