martes, 21 de diciembre de 2010

EMPRESAS MAS HUMANAS, EMPRESAS MAS RENTABLES

XV Simposio Internacional de Ética, Empresa y Sociedad
Mayo 2008

Las empresas pueden ser humanas y rentables. Humanismo y rentabilidad no sólo no están reñidos, sino que la atención integral a la persona contribuye a la buena marcha de la organización. Así se constató en el XV Simposio Internacional de Ética, Empresa y Sociedad que se celebró los días 16 y 17 de mayo en el campus del IESE en Barcelona, bajo el título “Empresa y gestión: hacia modelos y prácticas más humanas”.

El humanismo cristiano tiene «mucho que ofrecer» para que la actividad empresarial no pierda de vista que el hombre es «el autor, el centro y el fi n de toda la actividad económico-social», explicó Monseñor Javier Echevarría, Gran Canciller de la Universidad de Navarra y Prelado del Opus Dei, en la sesión inaugural. Este humanismo«exige superar la estructura del egoísmo» y sustituirla por la de «la reciprocidad y la donación». Por eso, Monseñor Echevarría pidió a los directivos «organizar la empresa de modo que se respete y favorezca la dignidad de las personas». (Para más información, consultar el textoíntegro de la conferencia en la pág. 14).

Con esta sesión, que llevaba por título“El humanismo cristiano en la dirección de empresas”, comenzó la decimoquinta edición del simposio, que fue presentada por el profesor Ángel J. Gómez-Montoro, decano de la Universidad de Navarra, y organizado por el profesor Domènec Melé, titular de la Cátedra de Ética Empresarial y de los Negocios del IESE. La finalidad del encuentro era promover modelos de empresa con una orientación más humana. El encuentro fue un foro de debate sobre distintas prácticas empresariales desde el punto de vista conceptual y sobre modos prácticos que contribuyan a humanizar la empresa y la dirección.



Humanismo y rentabilidad

«Tenemos claro que rentabilidad significa ganar dinero, pero ¿qué signifi ca que la empresa sea humana?», se preguntó Jeffrey Pfeffer, profesor de la Universidadde Stanford, en la sesión “¿Pueden las empresas ser rentables y humanas?”, moderada por Bernardo Villegas, profesor de la Universidad de Asia y el Pacífi co. Una organización humana es aquella que ofrece un contexto para el desarrollo y la expresión de sentimientos, se sustenta en unos valores éticos y sociales, y contribuye al crecimiento de las personas, explicó Pfeffer.

El profesor de la Universidad de Stanford también destacó que existen «muchas evidencias» de la relación positiva entre la dimensión humana de la empresa y la rentabilidad. Esto se debe a varias razones. Entre otras: se reduce la rotación de empleados, que se sienten bien tratados, y se crea una reserva de talento para la sucesión; aumenta el esfuerzo discrecional y voluntario de los trabajadores; y también se reducen los costes de monitorización y supervisión, porque se crea un clima de mayor confianza.


El papel de la formación

Para lograr empresas más humanas, resulta clave que la dirección de la organización comparta unos valores humanistas, que deben formar parte de la propia misión de la empresa. En este sentido, el papel de los altos directivos es crucial. Enrique de Sendagorta (PADE '75), fundador y ex consejero delegado de Sener y actual presidente del Instituto de Empresa yHumanismo de la Universidad de Navarra, se lamentó de que «a muchos empresarios no les interesa el humanismo» porque lo consideran una utopía, cuando en realidad «la empresa no puede dejar de ser humanista», según explicó en la sesión “El humanismo en el liderazgo empresarial”, que fue moderada por Josep M. Rosanas, profesor y titular de la Cátedra"Crèdit Andorrà" de Mercados, Organizacionesy Humanismo del IESE.

En este sentido, Sendagorta apuntó que la adecuación del empresario para la realización de su función «es imprescindible para su perfección ética». Así, la formación se convierte en una pieza clave de sensibilización, y el estudio de la ética y el humanismo en la educación de empresas ocupan un lugar decisivo.

De hecho, el 25% de las escuelas de dirección de empresas más prestigiosas consideran la ética como una asignatura obligatoria en los programas MBA, cuando hace dos décadas el porcentaje era del 5%, según datos de un estudio realizado por Bentley College y publicado en el Journal of Business Ethics que analiza la enseñanza de la ética, la responsabilidad social corporativa (RSC) y la sostenibilidad en los MBA de las cincuenta escuelas de alta dirección más importantes, según el ránking de Financial Times de 2006. El profesor W. Michael Hoffman, director fundador del Center for Business Ethicsde Bentley College, presentó los resultados en la sesión titulada “Ética y humanismo en la educación de empresa”, moderada por el profesor Joan Fontrodona, director del Departamento de Ética Empresarial del IESE.

El informe revela que existe un interés creciente por estos temas, como demuestra el hecho de que el 39% de las escuelas estudiadas tenga al menos un centro de investigación relacionado con la ética, el 52% cuente con uno relacionado con la responsabilidad social corporativa y el 55% disponga de un instituto centrado en la sostenibilidad.

Además, la mayoría de los programas MBA exigen que los estudiantes cubran uno o más de estos temas a lo largo de su formación. Según Hoffman, estas tres disciplinas son «sufi cientemente distintas» como para considerarlas de forma separada. El profesor Hoffman apuntó que el estudio presentado demuestra que las escuelas de dirección líderes promueven la enseñanza de estos temas en el aula, «y el modelo humanista es una forma de lograrlo», concluyó.


Un nuevo modelo de gestión

Antonio Argandoña, titular de la Cátedra“la Caixa” de Responsabilidad SocialCorporativa y Gobierno Corporativodel IESE, habló de cómo integrar el humanismo, la ética y la RSC en la formación de directivos. «Las escuelas de alta dirección deben tener infl uencia en la renovación del paradigma empresarial», aseguró. El paradigma económico de la empresa dice que el primer objetivo deuna compañía es aumentar su valor. Esta aproximación «no es humanista», aseguró, porque tiene un punto de vista «muy limitado» de la persona. Entonces, ¿cómo se puede humanizar la organización?

La propuesta del profesor Argandoña consiste en sustituir el modelo económico estándar por un modelo humanista, con una visión amplia, que incluya al modelo económico. Por eso los profesores que se dedican a la docencia de la ética en escuelas de dirección «han de tener una visión interdisciplinar» y trabajar en colaboración con los de otras áreas.

La empresa toma constantemente decisiones que afectan a la organización, a otras personas y a la capacidad de decidir en el futuro, afi rmó el profesor. Existen tres criterios para evaluar las decisiones tomadas: efi cacia, efi ciencia y coherencia. Pero no sólo hay que tener en cuenta los resultados a corto plazo, sino que también hay que valorar «el efecto que estas decisiones tendrán en las personas», dijo el titular de la Cátedra “la Caixa”. El profesor Argandoña ilustró la teoría con una imagen muy clara: La forma más efi ciente de conseguir los frutos de un árbol es cortar las ramas, pero esto cierra la posibilidad de conseguir más frutos en el futuro. El modelo económico, por sí solo, no es sufi ciente, concluyó. La ética debe formar parte de esta nueva aproximación humanista, «no puede ser un apéndice». Además, la ética ayuda a «clarifi car, justi- fi car y sistematizar las reglas y los objetivos de la empresa». Los miembros de la organización deben desarrollar «voluntariamente» su capacidad de trabajar juntos para lograr los objetivos comunes de la empresa, explicó Antonio Argandoña. Esto implica desarrollar valores morales, y«no por presión externa, sino basados en la propia convicción».

En el simposio también se habló de“Avances humanísticos en la dirección de empresas”, en una sesión moderada por Max Torres, profesor de Ética empresarial en el IESE, en la que participaron Heidi Von Weltzien HØivik, profesora de Ética empresarial y liderazgo en la NorwegianSchool of Management, y Carrie R. Leana, profesora de Organizaciones y dirección de la University of Pittsburgh.

El programa se cerró con la conferencia“Objetivos de la empresa y el futuro de la sociedad”, a cargo de Peter Koslowski, profesor de Filosofía de la dirección en la Free University de Amsterdam, que moderó Alejo J. Sison, director de la Cátedra Rafael Escolà de Ética Profesional de la Universidad de Navarra. A lo largo de dos días, se organizaron también 16 sesiones de trabajo, en las que 80 expertos presentaron sus investigaciones.

FuenteIESE, Revista de Antiguos Alumnos nº 110


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